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miércoles, 12 de agosto de 2015

La nueva ola amarilla

El renacimiento de principios, valores y sentido de pertenencia para el gremio de taxis.

La crónica de una muerte anunciada para el gremio de la ola amarilla viene en camino desde el año 2013. 

La gota que rebozó la copa, fue, el asesinato del agente de la DEA a mediados del año 2013.

El presidente de la república de Colombia, Juan Manuel Santos convocó días después un consejo de seguridad para determinar que estaba sucediendo en las entrañas de este gremio. 

Allí asistieron Santos, Gustavo Petro (alcalde mayor de Bogotá), comandantes de la fuerza pública, empresarios entre otros. 
Al final del consejo el resultado de los argumentos de las convocados era que aquí en Bogotá no pasaba nada y era sólo un caso aislado; pero para sorpresa de los invitados irrumpió un grito de esperanza para el gremio: un líder muy controvertido  "Freddy Contreras" quien junto con otros líderes conductores lograron entrar al final del consejo de seguridad  (a estos líderes no los habían dejado entrar, a saber que ellos sí conocían el verdadero problema); y  él,  le manifestó al señor presidente Santos "todos ellos le mienten por favor tenemos cosas que manifestar". 


Para encontrar una verdadera solución al conflicto generado por años en el gremio de taxistas, debemos hacer una separación de todos los actores del gremio y hacer mesas de trabajo por separado, para a final trabajar conjuntamente, pero no solamente separar a los actores entre sí, hay que hacer una separación entre los mismos actores. Hay radicará el verdadero avance. 

Hago referencia muy puntual al respecto, con los conductores; el punto de partida es simple, este grupo se subdivide en tres grandes grupos: unos quieren algún día ser propietarios de su propio vehículo, otros quieren aliarse  y conformar una pequeña flota de taxis, otros quieren ir más allá conformar una empresa operadora de de taxis, otros quieren  arreglar el conflicto pidiendo clamor desde el Congreso o Consejo, otros quieren ellos mismos ser los gestores desde el Congreso o Consejo; por supuesto con ayuda de sus propios camaradas y por terminar el resto esperando que se tomen decisiones por ellos; es tanta la desconfianza de la gestión de esos líderes que ellos dicen "Nosotros somos conductores y hoy con un flotillero mañana por que no con el SITP" loa falsos líderes irán directo hacia el infierno merecido lo tienen estamos en el abandono total.

Y lo mejor ese 98% restante de conductores de taxi en Colombia no están interesados para nada sobre el tema. 
De hay la importancia del ministerio de trabajo protegerlos en aras del derecho irrenunciable al trabajo.
Además dentro de este grupo tan diverso hay unos que sin darse cuenta, están a favor de la de las empresas, otros a favor de las flotas de taxis, otros a favor de los pequeños propietarios y otros a favor de sus intereses y un grupo muy selecto pero reducido a favor de los conductores. 

De hay que para los funcionarios del Estado les ha sido muy difícil comprender que quieren los taxistas. 
Es la hegemonía de fines dentro de cada actor del gremio de taxis. De las empresas, los propietarios, los conductores y usuarios.

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